Eslovaquia (por Jordi Ribas)

Eslovaquia es un país de Europa Central prácticamente desconocido para la mayoría de la población, situado entre Austria, República Checa, Polonia, Ucrania y Hungría, una situación geográfica que la ha convertido en territorio de frontera a lo largo de su historia, como el Imperio Romano, el Imperio Otomano o el Reino de Hungría. Gracias a esto, Eslovaquia tiene un gran número de castillos, fortalezas y un rico patrimonio heredado de los imperios que han dominado Eslovaquia. Poblaciones tranquilas como Bratislava, Banská Bystrica, Trencin o Levoca se combinan a la perfección con la exuberante naturaleza que encontramos en todo el país, con fauna como los osos pardos, lobos y linces, prácticamente extintos en el resto del continente.

Eslovaquia es un país de Europa Central prácticamente desconocido para la mayoría de la población, situado entre Austria, República Checa, Polonia, Ucrania y Hungría, una situación geográfica que la ha convertido en territorio de frontera a lo largo de su historia, como el Imperio Romano, el Imperio Otomano o el Reino de Hungría. Gracias a esto, Eslovaquia tiene un gran número de castillos, fortalezas y un rico patrimonio heredado de los imperios que han dominado Eslovaquia. Poblaciones tranquilas como Bratislava, Banská Bystrica, Trencin o Levoca se combinan a la perfección con la exuberante naturaleza que encontramos en todo el país, con fauna como los osos pardos, lobos y linces, prácticamente extintos en el resto del continente.

 

La capital, Bratislava.

A unos 60 km de Viena y a 200 km de Budapest, a menudo los circuitos turísticos la han ignorado en beneficio de estas 2 capitales y de Praga, si bien desde hace poco tiempo se ha ido popularizando gracias a la proximidad con Viena y los vuelos directos desde Girona. Pero Bratislava es mucho más que una excursión de un día, es una ciudad de ambiente tranquilo y agradable (como todo el país), con castillos como el de Bratislava y Devín, este último a 12 km siguiendo el curso del Danubio, justo en la zona donde las aguas del río Morava se juntan con las del Danubio, dibujando la frontera entre Austria y Eslovaquia, una zona prohibida en la época del Telón de Acero.

 

Castillos

Además de los castillos de Bratislava y Devín, merecen un capítulo aparte los castillos de Spiss y de Orava, entre muchos más a través del país.

El Castillo de Orava, situado encima de un peñón al lado del río Orava, no ha sido nunca conquistado desde que se tienen noticias suyas desde el siglo XIII, si bien sufrió un incendio que destruyó buena parte de su estructura de madera. Es un castillo pintoresco que ofrece unas vistas espectaculares, rodeado de leyendas, personajes históricos y con un ambiente que le sirvió para ser el telón de fondo de Nosferatu, la mítica película de cine mudo.

El Castillo de Spiss, actualmente en ruinas, es uno de los castillos más grandes de Centroeuropa. Es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO junto con la iglesia de Zehra, la ciudad de Levoca y el Convento de Spiss.

 

Iglesias

Eslovaquia es un país con una gran diversidad étnica y religiosa. Además de eslovacos, hay minorías importantes de húngaros, gitanos, rutenos, alemanes y checos, y respecto a la religión, hay una mayoría de católicos y minorías greco-católicas, protestantes y ortodoxas, además de algunos judíos que quedaron en el país después de la 2ª Guerra Mundial.

Por lo tanto, esta diversidad religiosa ha dotado al país de numerosas iglesias, donde casi en cada pueblo y ciudad encontramos como mínimo iglesias católicas y protestantes.

Son especialmente destacables las iglesias de madera, como las de Kezmarok y otros pueblos de los Cárpatos eslovacos, fruto de una ley discriminatoria contra los protestantes evangélicos. Por ley no podían construir las iglesias de piedra ni tener fundamentos, la cual cosa llevó esta comunidad a construir iglesias totalmente de madera y sin fundamentos, con la ayuda de navegantes suecos protestantes. Para proteger la madera de las inclemencias del clima, plantaron tilos alrededor que dejan ir un polen que se adhiere a la madera y hace la función de protegerla.

 

Gastronomía

Al encontrarse en medio del continente europeo, Eslovaquia tiene influencias tanto del norte de Europa como del sur, con una gastronomía original y de larga historia, con ingredientes estrella como la patata, la carne de cerdo o la col, donde además no falta nunca un buen plato de sopa, casi tan variadas como días tiene el año (especialmente buena es la Kapustnica, una sopa de setas con col). Para acompañar los platos, nada mejor que una buena jarra de cerveza eslovaca o un vino de la región del Danubio, con unos vinos blancos excelentes y unos vinos tintos y rosados cada vez de mejor calidad.

 

Naturaleza

Ahora bien, el plato fuerte de Eslovaquia es la naturaleza.

Podemos descubrir cuevas como las de Demänovská, que tiene unas grandes cámaras subterráneas espectaculares con infinidades de estalactitas y estalagmitas acompañadas por el río subterráneo que transcurre, o disfrutar de las montañas de los Cárpatos (que ocupan toda la mitad norte del país) ya sea disfrutando de sus pistas de esquí o utilizando la bien desarrollada red de senderismo, con unos caminos muy bien indicados que convierten a Eslovaquia en un auténtico paraíso para todos los senderistas y ciclistas, y en general para todos aquellos que quieren disfrutar de la naturaleza de forma activa. Los ciclistas también pueden recorrer el Danubio siguiendo las rutas compartidas con Austria.

Además, encontramos los Altos Tatras, con la cima Gerlachovský stít (2.655 m) como punto más elevado de los Cárpatos, el lugar perfecto para todos los amantes de la alta montaña, ya que se encontraran con infinidad de rutas para descubrir el entorno y para subir distintas cimas de la cordillera. Estas montañas son el hábitat del oso pardo, que tiene en Eslovaquia una de las mayores densidades de Europa.

Una buena forma de disfrutar de la naturaleza eslovaca es alojándonos en una de las casas rurales que podemos encontrar, rodeadas de bosques y con un ambiente familiar que nos hará sentir como en casa.